Cesta porta macetas.

Aproveche la tarde del domingo para darle un nuevo aire a esta vieja cesta de mimbre.
El trabajo, como podréis observar, no tiene ninguna complicacion, es muy sencilla, y lo mejor de todo, es que puedes disfrutar del cambio, en apenas un par de horas.

Comencé aplicando un acrílico color blanco roto por toda la superficie. 

Una de las ventajas de utilizar acrílicos, es que secan con rapidez y nos permiten realizar el trabajo sin interrupciones.

La decoración ya la veis, .......una cinta pegada con silicona caliente por todo el borde,
dos rosas que hice con cartón de huevos y unas hojitas del mismo material, que después pinte con acrílicos, y un lazo realizado con la misma cinta, eso es todo.
Para terminar, aplique una mano de barniz satinado.

Este es el resultado del trabajo, que como veis, es sencillo, como todo lo que os muestro.

Ventana para colgar collares

Todo partió de unas molduras que me regalo mi querida amiga Verónica. Las había encontrado en la basura y no sabia que hacer con ellas.
En cuanto las tuve en mis manos, supe que encontraría una utilidad para ellas, .......eran tan bonitas!!.
No entiendo como hay gente que se desprende de cosas tan preciosas.

En esta foto podéis ver una de las molduras tal y como llegaron a mi casa. A esta ni la toque, la deje tal cual. Encajaba perfectamente sobre el espejo. ¿Queda bonita verdad?

Así es como pinte la otra, para darle un aspecto vintage.

Empecé aplicando una base de acrílico gris en toda la superficie. Cuando ya estuvo seco, le di unos toques con una vela en las zonas donde quería que se viera la pintura de base después del lijado. A continuación, cubrí toda la superficie con un acrílico blanco piedra. Espere a que se secara y  procedí al lijado.

Una vez conseguí el aspecto deseado, aplique una fina capa de cera para muebles, para protegerlo y darle un poco de brillo.

Este es el resultado.

Aquí estoy preparando el marco de la ventana. 

Y este es el resultado después de haberle colocado la malla de gallinero y la tela del fondo.

Estoy pensando en pintar o empapelar esa pared, ya que no destaca sobre el fondo y no me acaba de gustar.

Aquí, un detalle de la manilla que le puse.

Broches a croche o ganchillo

El ganchillo es algo que siempre ha estado presente en mi vida. Mi madre ha sido una gran aficionada, y la recuerdo tejiendo metros y metros de puntillas, tapetes de todo tipo y formas, cojines, .........en fin, que mi casa era todo un santuario de piezas tejidas con esta técnica.
Viéndola a ella, es como me entro el gusanillo y comencé a hacer mis primeros pinitos.
Ella dice que mi forma de tejer, muy uniforme, por la forma de tensar el hilo, es mejor que la suya. Amor de madre!!, jaja
Cierto es, que por cuestiones de edad, siempre he tenido mas facilidad para interpretar los esquemas. Mi madre siempre tejía guiada por muestras que le iban dejando, pero tejía muy bien.
Ahora, a sus 82 años, prefiere su maquina de coser.
Después de esta introducción, os dejo algunas imagenes de broches que hice el invierno pasado y espero os gusten.

La otra cajita

Esta es la otra cajita de la que os hable. No hice fotos del proceso, pero intentare explicaros los pasos que seguí, por si os animáis a hacerla.

Comencé colocando un cordel, que pegue con silicona caliente, en todo el borde de la tapa.
Para cubrir la superficie, incluido el cordel, utilice papel de cocina, que fui pegando con cola blanca. Según iba pegando el papel, procuraba acentuar las arrugas con ayuda del pincel.
Para que os resulte mas sencillo, os recomiendo mezclar la cola blanca con un poquito de agua. Se trabaja mejor.
Podéis hacerlo con una pieza de papel grande, o bien con trozos que podéis ir solapando. El resultado sera idéntico, así que podéis elegir la que os resulte mas sencilla.
Cuando haya secado bien la cola, ya estará lista para poder pintarla.
Yo utilice un acrílico de color granate, con el que cubrí toda la superficie. Una vez seca la pintura, y para que resaltara, marque el trenzado del cordel con un rotulador permanente de color oro.
El resto de la decoración, ya la veis, un tirador de latón, un trocito de puntilla, una cinta con detalles dorados y unas florecillas secas.
Un trabajo muy sencillo, y que os puede venir bien para hacer un regalo, sin gastaros apenas unos pocos euros.

Tuneo con cajitas de turron.

Las cajitas, sobre todo si son de madera, nos pueden dar mucho juego en esto de las manualidades.
Estas que os muestro, son de turrón. Me las cedió mi amiga Inma para que hiciera lo que quisiera con ellas, pero con una condición, que se las devolviera decoradas, jaja.
Después de darle alguna que otra vuelta, ver los materiales que disponía, me puse manos a la obra con ellas, y este es el resultado de la primera.

Esta es la caja de la cual partí para hacer el trabajo.

Lo primero que hice fue lijarla y darle una capa de pintura acrílica.
Tenia un botecito de color morado que me había sobrado de otro trabajo y es la que utilice.

Cuando llegue a este punto, recordé que tenia una bolsa llena de pequeños mosaicos, que me regalo un amigo y pensé que podría utilizarlos para forrar la tapa.

Las fui pegando con silicona caliente y así es como iba quedando el trabajo.

Tuve la gran suerte de que las piezas me encajaron a la perfección.

Según iba avanzando, se me fueron ocurriendo distintas ideas para decorar la tapa, pero como una de mis ideas iniciales fue la de darle el uso de cajita para guardar botones, opte por continuar con esa idea.

Comencé la decoración colocando palitos de helado, previamente pintados, simulando una flor. En el centro, para disimular las uniones, utilice una mariposa de madera.

Antes de mostraros como quedo la tapa una vez terminada, quiero que veáis el interior. Para forrarla utilice una cenefa de papel pintado.

Así quedo terminada, o casi terminada, porque después de haber montado toda la decoración, no me gustaba como quedaban las uniones de los mosaicos, se veía demasiada separación. Así es que vuelta a desmontar, para aplicar pasta de azulejos en las uniones.

Este es el resultado final. Como veis, queda bastante mejor una vez aplicada la pasta en las uniones.

Muestras de crochet o ganchillo

A las que nos gusta hacer crochét o ganchillo, muchas veces nos ocurre, que hacemos muestras de trabajos que nos gustan, que una vez terminadas, acaban olvidadas en un cajón.
En esta entrada os muestro una manera sencilla de aprovecharlas y darles un uso.

Yo he utilizado la tapa de una caja de vino como soporte, pero podéis hacerlo con un lienzo o un cartón duro.

Lo primero que tenemos que hacer, es forrar o pintar el soporte. En mi caso, lo he forrado con papel pintado vinilico de color piedra, para que resalte el detalle central.
Una vez preparada la superficie, he pegado con cola blanca la muestra de croché, a la que he colocado un detalle en el centro, aprovechando unos pendientes que ya no me ponía.
También podéis utilizar botones, perlas, una florecilla tejida a croché, ........Es cuestión de echarle imaginación y reutilizar cosas que tenemos por casa, seguro que se os ocurre algo.

Y por ultimo, he colocado unas piezas de un collar en tonos verdes, para marcar las esquinas.

¿Os gusta el resultado?, ..........pues, manos a la obra!!!

De caja de vino a colgador de llaves.

Este trabajo que os presento no tiene ninguna dificultad, Y no os llevara mucho tiempo, para que os hagáis una idea, yo lo hice en una tarde.

Si os animáis y queréis probar, a continuación os detallo los materiales que he utilizado.

- Caja de vino, preferentemente de madera.

- Pintura selladora blanca

- Pintura acrílica de color. En mi caso, elegí un verde manzana, acorde a las tonalidades del papel de arroz.

- Papel de arroz.

- Cola blanca de carpintero.

- 3 Pinceles. Con en primero aplicaremos la pintura selladora, el segundo lo utilizaremos para el acrílico y el tercero para aplicar la cola.

- Lija de grano fino.

Aquí esta la caja sin tratar

Pasos a seguir:

Para empezar, limpiaremos la caja con un paño húmedo y repasaremos con la lija, quitando todas aquellas astillas que pudiera presentar.

A continuación aplicaremos por toda la superficie la pintura blanca selladora, para tapar los poros de la madera, y dejaremos secar.

Una vez seca la selladora, lijaremos suavemente toda la superficie y eliminaremos el polvillo que se haya podido desprender, dejando de esta manera la pieza preparada para trabajar sobre ella.

A continuación, aplicaremos la pintura acrílica y dejaremos secar.

Una vez seca toda la pieza, comenzaremos a aplicar el papel de arroz.

Para aplicar el papel, lo podéis cortar a tijera, pero yo prefiero hacerlo a mano. Cogéis la lamina y la vais recortando con las manos por el borde del dibujo que queráis pegar. No importa que los bordes no queden uniformes, es mas, es preferible que queden irregulares, ya que de esa manera, conseguiremos que el dibujo quede totalmente integrado con el fondo pintado. De ahí la importancia de elegir un fondo que sea muy similar en color al que tenga el papel.
Una vez tengamos preparado el trozo de papel de arroz que queremos pegar, lo presentaremos sobre la superficie y aplicaremos cola sobre el propio papel.
La cola no deberá de estar muy espesa, para ello, podemos añadir un poco de agua a la cola, o simplemente mojar la brocha. Aplicaremos la cola por toda la superficie de la lamina, hasta asegurarnos de que queda totalmente pegada.

Aquí podéis ver las aplicaciones de papel de arroz que elegí para los laterales y la base de la caja, así como la cinta de encaje con la que cubrí todo el borde.
Una vez aplicado el papel de arroz, podemos añadir algún detalle para que el trabajo quede mas bonito.
En mi caso, realice unas flores y hojas con cartón de hueveras, que en otra entrada, os explicare como realizarlas.

Así  ha quedado la caja, después de aplicar una capa de barniz para protegerla.